Los trapos sucios se lavan en Classic®

contado todas las peripecias que han tenido que pasar durante la pandemia. Esta época de oficio casero ha servido para entender que el tiempo es muy valioso, que el ahorro de recursos es fundamental y que hay tareas que es mejor dejarlas en manos de profesionales.

Otra de las historias de cuarentena que tenemos para contarles en estas nutridas anécdotas de quienes han tenido de lavar la ropa en casa es la siguiente: “Mi esposo decidió extender las sábanas de algodón y los manteles de mesa por todo el apartamento para que se secaran rápido porque el cuarto de ropa es muy pequeño y él, que nunca había hecho este oficio, no pudo dominarlo. Más bien, terminó dominado por la “complejidad” de la tarea. Todos los espacios del apartamento le quedaron pequeños cuando se ponía a lavar y a secar la ropa de la semana. Y, lógico, la plancha a vapor no fue, propiamente, el electrodoméstico más usado por ninguno de los dos durante los días de cuarentena”, nos cuenta una de nuestras clientas quien entre risas y desesperación decidió llevar a Classic® toda la ropa blanca y, después de mucho tiempo de dormir en camas arrugadas o de ver toda su casa convertida en una lavandería, entendió que no toda la ropa sucia se puede lavar en casa.

Ella misma nos cuenta que ha sido la manera de salvar su relación y evitar peleas con su esposo porque en los detalles está el diablo y aquí si que se despiertan esas pequeñas neuras que todos tenemos y que se pueden convertir en un problema mucho mayor si no se solucionan a tiempo. La lavandería salvó la relación….

¿Necesitas ayuda?